viernes, 23 de mayo de 2008

elogio del zapato plano


Dormir sobre alfileres
y engalanarme las uñas
de rojo y tinta china y primavera.

Salir a la calle
y calzarme los pies
con mis zapatos más planos, casi descalzos.
Sentir la acera,
y malgastarla,
fijar el mapa de sus venas en mi cabeza.
Cerrar fuerte los ojos
y volver a abrirlos,
esperando un cambio, algo nuevo, lo de siempre.

Escribir un poema fácil,
nefasto,
verso libre, malo malo...


Tras esta explosión poética de sabor afrutado, me voy:
A París, de risas-B-O-D-A, a BARceloNA, de amigos-playa. Vuelvo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

besos bonita bor boquier...
te acompaño?te pienso seguro..
sila