Tenía una de esas novias que son más bonitas en verano. Había besos de buenas noches, pero no de despedida, cada noche que era la última noche.
A los chicos-conclusión, con las manos tan llenas, no les caben más que finales; las chicas de pelo corto duramos un fin de semana, tres como mucho, y conocemos las sonrisas que van mejor para el desorden y el dolor de estómago.
Gran verdad existencial nº 2 y 3/4: ¡Tonta! Me creí lo que veía... yo, que sólo veo mentiras.
sábado, 31 de mayo de 2008
(re)CUENTO
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4 comentarios:
Las vetas del buen jamón y la de los árboles tropicales son flexibles y sensuales. Exotismo en nuestros talones, folclor en primera persona. Espero no encontrarte.
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