sábado, 5 de julio de 2008

el que algo quiere algo le cuesta


Me pongo mis chapines de rubíes, golpeo 3 veces mis talones, cierro los ojos y digo: "en casa se está como en ninguna parte, en casa se está como en ninguna parte, en casa se está como en ninguna parte"...
Nada, no hay caso, 7 días son 168 horas y a mí se me acaban los trucos de magia: ¡VUELVE YA!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabes que los chapines de rubíes se los inventaron para la película porque quedaba mejor en pantalla? En el libro son de plata.

Para estas cosas nada como los medios de locomoción tradicionales.

Anónimo dijo...

No tenía ni idea, ¡también tengo unos chapines plateados!
Los medios de locomoción tradicionales servirían si no tuviera el peor agente de viajes del mundo... en fin...

Clara dijo...

Que bonitas tus tiritas!
Acabo de llegar a Madrid y me alegra ver que todo sigue más o menos en su sitio.
Os traigo besos y sobrasada

NityaYang dijo...

Pero intentaste ir por el camino de baldosas amarillas?
Besos